VAMOS A ENTREGAR UN INFOME COMPLETO DESDE HOY Y DIARIAMENTE SOBRE ESTE TEMA
Profecías sobre la crisis de la Iglesia en los últimos tiempos dadas en
revelaciones privadas aprobadas por la Iglesia o con nibil Obstat e imprimatur
por Obispos para el permiso de su divulgación
Fundación María Madre de la Esperanza
CAPÍTULO
1 EMPIEZA LA BATALLA FINAL:
LOS DOS PAPAS EN ROMA
A. Los últimos
papas y el tercer secreto de Fátima
B. La Masonería: hacia un Nuevo
orden mundial
C. La Masonería eclesiástica
1. Se toma el poder
2. “Moderniza” la Iglesia
D. Dos papas en Roma
3. Apartan de por medio a un papa
4. Para abrir el camino al Falso Profeta
E. Elección no canónica del Falso Profeta
5. Elección no canónica
6. Características y logros del Falso Profeta
F. Generará cambios radicales en la Iglesia
7. Impone cambios radicales no permitidos en la iglesia
8. Obedientes a esa jerarquía hasta
el cambio en la misa y la
abolición del pecado
G. Hasta llegar a un cisma
9. Ellos causan el
cisma, son los que se separan
10. La Iglesia Remanente se
mantiene con el Depósito de la fe y
los sacramentos
A. LOS ÚLTIMOS PAPAS Y EL TERCER SECRETO DE FÁTIMA
Fátima marca la historia de este siglo
Al Padre Gobbi, Milán Italia Hace 73 años bajé
del cielo en esta Cova de Iría para indicar el camino que debéis recorrer en
este difícil siglo...
La humanidad no ha acogido mi invitación maternal de volver al Señor
por el camino de la conversión del corazón y de la vida de oración y de la
penitencia. De este modo ha conocido los años terribles de la segunda guerra
mundial, que trajo decenas de muertos, e inmensas destrucciones de pueblos y
naciones.
Rusia no me ha sido
consagrada por el Papa con todos los obispos y por eso no ha tenido la gracia de la conversión y ha difundido sus
errores por todas partes del mundo, provocando guerras, violencias,
revoluciones sangrientas, persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre.
Satanás ha sido el dominador indiscutible en los acontecimientos de
este vuestro siglo, llevando a la humanidad entera al rechazo de Dios y de su
ley de amor, difundiendo en todas partes la división y el odio, la inmoralidad
y la maldad y haciendo legitimar en todas partes el divorcio, el aborto, la obscenidad
y la homosexualidad, y el uso de todos los medios para impedir la vida.
(859/90)
En 1917 lo anticipé en Fátima, casi
como anuncio profético, en el momento en que aparecía evidente la gran lucha
entre la Mujer vestida de sol y el Dragón rojo, que habría de durar durante
todo el siglo, como soberbio desafío a Dios por parte de mi adversario, en la
certeza de que lograría destruir la Iglesia y llevaría a toda la humanidad a un
universal rechazo a Dios. (533/84)
Pero ustedes comienzan a vivir lo que les predije
en Fátima para los últimos años de este siglo, y que aún sigue guardado bajo el
velo secreto. Estos son mis tiempos. (682/87)
El tercer secreto: la gran apostasía en la Iglesia
La lucha entre la Mujer vestida de sol y el Dragón
rojo, en estos años, ha alcanzado su vértice más alto...
Satanás ha conseguido entrar en la Iglesia... Ha penetrado en ella con el humo del
error y el pecado, de la pérdida de la fe y de la apostasía, del compromiso con
el mundo y de la búsqueda de los placeres. En estos años ha conseguido seducir
a obispos y sacerdotes, religiosos y fieles.
Las fuerzas masónicas han entrado a la
Iglesia de manera disimulada y oculta, y han establecido su cuartel general en
el mismo lugar donde vive y trabaja el Vicario de mi Hijo Jesús.
Se está realizando cuanto está contenido en la
tercera parte de mi mensaje, que aún no ha sido revelado, pero que ya se ha
vuelto patente por los mismos sucesos que estáis viendo... (1019/93)
En el mismo lugar donde me aparecí, quiero
manifestaros mi secreto. Mi secreto concierne a la Iglesia. En la Iglesia se
llevará a cabo la gran apostasía, que se difundirá por todo el mundo; el cisma
se realizará en el general alejamiento del evangelio y de la pérdida de la fe.
En ella entrará el hombre de la iniquidad, que se opone a Cristo y que llevará
a su interior la abominación de la desolación, dando así cumplimiento al horrible
sacrilegio, del cual habló el profeta Daniel. (Mt 24,15)
Mi secreto concierne a la humanidad. La humanidad llegará al culmen de la
corrupción y de la impiedad, de la rebelión contra Dios y de la abierta
oposición a su ley de amor. Ella conocerá horas de mayor castigo, que ya os
predijo el profeta Zacarías (Zac 13, 7-9) (1089/94)
Levántate,
espada, contra mi pastor y contra el hombre de mi parentela, exclama Yavé de
los Ejércitos. Hiere al pastor y se dispersarán las ovejas, que yo me
encargaré de matar a los corderitos. Y en todo el país, amenaza Yavé, dos
tercios serán exterminados, y solo se salvará un tercio. Echaré ese tercio
al fuego; lo purificaré como se hace con la plata, lo pondré a prueba como se
prueba el oro. Él invocará mi Nombre y yo lo escucharé. Entonces yo diré: ¡Este
es mi pueblo!, y él, a su vez, dirá: ¡Yavé es mi Dios! (Zac 13, 7-9)
El
anticristo se sienta en el mismo templo
de dios
Mi tercer secreto que
yo revelé a los tres niños a quien me aparecí y que hasta ahora no os ha sido
revelado, será manifestado a todos por el mismo desarrollo de los
acontecimientos. La Iglesia conocerá la hora de su mayor apostasía, el hombre
de la iniquidad se introducirá en el interior de ella y se sentará en el mismo
templo de Dios, mientras el pequeño resto que permanecerá fiel será sometido a
las mayores pruebas y persecuciones.
La humanidad vivirá
el momento de su gran castigo, será de este modo preparada para recibir al
Señor Jesús, que volverá a vosotros en gloria...”. (859/90)
Ahora se está cumpliendo lo que predije aquí en el
tercer mensaje a una hija mía. Entonces para la Iglesia ha llegado el momento
de su gran prueba, porque el “hombre de iniquidad” se establecerá en su
interior y la abominación de la desolación entrará en el templo santo de Dios (710/87)
Llega la Gran tribulación
Como Noé, en nombre del Señor, invitaba a
subir en el arca a los que debían salvarse del diluvio, así ahora tú, mi
pequeño, en nombre de tu Madre celestial debes invitar a entrar en el refugio
de mi Corazón Inmaculado a aquellos que deben ser protegidos, defendidos y
salvados de la gran prueba que ha llegado para la Iglesia y para toda la
humanidad.
Te he querido aquí, porque debéis comunicar a todos, que ya desde este
año, habéis entrado en los acontecimientos que os han sido predichos por mí y
que están contenidos en la tercera parte del secreto que todavía no os ha sido
revelado. Ahora serán hechos patentes por los mismos acontecimientos que
están por suceder en la Iglesia y en el mundo.
Mi Iglesia será sacudida por el viento
impetuoso de la apostasía y de la incredulidad, mientras aquel que se opone a Cristo entrará en su interior, llevando así a
cumplimiento la abominación de la desolación que os ha sido predicha por la
divina Escritura.
La humanidad conocerá la hora sangrienta de su
castigo. Será herida por el flagelo de las epidemias, del hambre y del fuego;
mucha sangre será esparcida en vuestras calles; la guerra se extenderá por
doquier, llevando al mundo una devastación inconmensurable. (1008/93)
Un castigo peor que el diluvio está a punto
de caer sobre esta pobre y pervertida humanidad. Descenderá fuego del cielo y
será este el signo de que la justicia de Dios ya ha sido establecida para la
hora de su gran manifestación.
Lloro porque la Iglesia continúa caminando
por la senda de la división, de la pérdida de la verdadera fe, de la apostasía,
de los errores que cada vez se publican. (710/87)
Pero la Virgen vencerá a satanás
El Señor le ha concedido este espacio
de tiempo, para que cuando termine el
plazo, la soberbia del Dragón rojo sea humillada y vencida por la humildad, por
la pequeñez y por el poder de su Madre Celestial, la Mujer vestida de sol,
que ahora reúne a todos sus hijitos en su ejército, ordenado para la batalla.
Estos
son mis tiempos. Al recordar hoy la primera de mis apariciones en Fátima en
1917, están viviendo los acontecimientos que Yo les predije entonces.
Están
dentro del período en que la lucha entre “la Mujer Vestida de sol” y mi
adversario, “el Dragón rojo”, se encamina ya hacia su conclusión (Ap 13, 1-3).
Por
esto me aparezco otra vez de una manera nueva y más extraordinaria, para
confirmarles que es habitual mi presencia en medio de ustedes (533/84)
Otro
signo es constituido por fenómenos extraordinarios, que se realizarán en el
firmamento del cielo.
“El sol se oscurecerá, la luna
perderá su brillo, las estrellas caerán del cielo y las potencias del cielo se
conmoverán” (Mt 24, 29).
El milagro del sol, sucedido en
Fátima durante mi última aparición, quiere indicarles que ya han entrado en los
últimos tiempos en los cuales se realizarán estos acontecimientos,
que los preparan para el regreso de Jesús en la gloria.
Hijos
míos predilectos consagrados a mi Corazón Inmaculado, he querido instruirlos
sobre estos signos que Jesús les indicó en el Evangelio, para prepararlos para
el fin de los tiempos porque ellos se están cumpliendo en sus días. (997)
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